Me da
miedo que descubra que soy humana;
una humana imperfecta que tiembla cuando ella se acerca.
Me aterra la idea de que conozca mi parte más tierna
y aquella que siempre aparece cuando las cosas se ponen feas.
Algún día me verá llorando y comprobará que no soy de piedra;
que estoy hecha de cristal y que tengo aristas que aún atraviesan.
¿Tú crees que entonces se dará la vuelta y cerrará la puerta?
Me da miedo que le entren ganas de echar a correr
cuando a mi sólo me apetezca correr hacia ella.
El día que amanezca en su cama
con la trenza deshecha y con las ojeras puestas
será el día en que realmente me vea;
y, de sólo imaginármelo,
me bailan las piernas.
Me da miedo que conozca mis manías y que le espanten mis rarezas.
Yo que siempre camino por el lado del corazón
y que no soporto a la gente que quiere a medias.
La mitad del mundo me sobra
y la otra mitad se silencia
cuando
estoy con ella.
Y es que no te haces una ligera idea de lo inevitable que me resulta quererla.
Ojalá entendieras que mi mayor miedo es el de perderla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario