martes, 28 de mayo de 2013

A falta de besos, rotos que creen versos.

Me querías con ese tipo de amor que transforma amantes en soñadores, 
con la locura que vuelve cuerdos a los locos, 
y que corrompe y corroe a la cuerda más tensa. 

Y tú llegas y tiras de la cuerda de la cordura,
y me tensas hasta que me rompes,
y yo me rompo encantada en tus manos.

Porque me vuelvo loca si me tocan,
y enloquecería sólo porque me rozasen una vez más después de romperme esta noche.

Te olvidas de nuestros sueños y de que hasta despierta tú eres el mío,
olvidas que no quiero despertar si no es contigo, y te olvidas de mi nombre dejándome sin él.

Con testigos de lo que un día fue, de lo que aún tengo grabado en la piel, porque aún no has sido capaz de arrancarme del todo la piel; aunque quién sabe, tal vez ya lo has hecho y ni aún así consigues borrarte y borrarme por completo.

Quizás cambiaste los planes, y no me lo dijiste porque no eran conmigo sino con otra. Quizás su nombre tenía las vocales bonitas que no tiene el mío, o los ojos azules que yo no pude heredar de nadie. Quizás sus labios eran lo perfectos que no eran los míos, que siempre estaban rotos. Lo que no sabes es que lo estaban de pensar tanto tiempo en los tuyos clavándose con fuerza sobre los míos.

Y ahora estás tú, no sé dónde ni con quién. No sé si feliz, o triste, enfadada o no. No estás conmigo, y eso es lo único que sé desde que no estás. Sé que faltas, que me haces falta y que no hay manera de volver atrás.

Así que entiende que aunque sea para romperme yo estaré aquí esperando por tus manos; en tus manos me dejo morir despacio, como despacio llega el olvido, que no la distancia que crece a pasos agigantados sobre mi almohada.

Te sueño cerca, pero cada vez más lejos, por que ni en sueños quieres venir a rescatarme a besos. Y te grito desde la otra orilla para vengas y me rompas los labios, que en sueños son bonitos y están intactos, pero te giras y te vas, y no vienes a besarme. Y me despierto y tampoco estás. Y otra vez tengo los labios rotos de tanto pensarte, y lo único que sé es que faltas, que me haces falta y que no hay manera de volver atrás.