Te
aseguro que debajo de esta fachada de chica dura hay un corazón latiendo.
A
diferencia de ti,
yo
siempre he terminado por reconocer lo que siento.
Y ahora
siento que esto se haya terminado.
Si hace
cinco años me hubiesen dicho
que
estaría escribiéndote esto ahora mismo,
no me lo
hubiese creído.
Si
hubiese puesto la mano en el fuego
confiando
en un final alternativo,
también a
ella la hubiese perdido.
Mi cabeza
y mi corazón aún intentan encontrar su sitio.
¿Por qué
hiciste leña y prendiste fuego a un árbol que aún no se había caído?
Si bien
es cierto que nos torcimos
y que, en
ocasiones, no supimos ir de la mano por el mismo camino,
también
te diré que siempre busqué el musgo bajo tu ombligo,
porque
sabía que allí residía mi norte; contigo.
A ti se
te olvidó que para poder ser leñador,
primero
hay que saber ponerse en la piel del árbol.
(tú ahora
presumes de corteza y yo no me avergüenzo de mis arañazos)
También
se te olvidó que, para poder ser juez,
primero
hay que aprender a ser juzgado.
(por eso
yo seguiré llorando sin miedo al rechazo y tú continuarás viviendo en un
completo engaño)
¿Qué
demonios haces con mis órganos vitales entre las manos?
¿y quién
te ha dado el derecho de controlarlos?
Dime qué
piensas hacer con ellos y dónde pretendes abandonarlos.
♥️ Espectacular ♥️
ResponderEliminarFeliz sábado ^^