Vengo a pedirme perdón porque me merezco una disculpa
y
quiero soltar ya la pistola que reposa sobre mi nuca.
Vengo a pedirme perdón,
a
barrer todos los trozos de espejo
y a
recoger los restos del desprecio que me caracterizó durante mucho tiempo.
Vengo a pedirme perdón por todas las veces que me he insultado
que me
he esposado las manos,
que me
he burlado de mis lamentos
y que
me he tirado del pelo hasta verme arrastrada por los suelos.
Voy a pedirme perdón porque aún no me quiero, pero quiero,
y a
dejarme claro que no me voy, que yo me quedo.
Vengo a pedirme perdón y a admitir mi culpa;
a esconderme
la fusta, a
besarme el corazón
y a susurrarme
que aún tenemos cura.
Vengo a pedirme perdón porque me lo merezco,
porque
aunque ellos no me quisieron,
fui yo
la que me incitó a sumergirme en un agujero negro de odio, asco y miedo;
y
quiero salir de esto.
Por eso voy a decirme que lo siento
y que
me arrepiento de mi comportamiento.
Vengo a pedirme perdón y esta vez voy a concedérmelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario