Tengo el corazón
llenándose del vacío que dejaste cuando te fuiste.
En algún lado tenía
que guardarlo.
El vacío que me está
llenando el corazón no tiene ni puta idea
de lo que estoy
sintiendo desde que no te siento.
Es la tercera
vez
en lo que va de
día
que le digo a mi
izquierdo
que no llore,
que somos
fuertes,
que aún nos
tenemos
y que resistiremos a
esto.
Me ha pedido que te
llame, pero no voy a hacerlo.
Me ha pedido que te
busque, pero no voy a perderme de nuevo.
No voy a llamarte, ni
voy a buscarte,
pero te prometo que me
encantaría hacerlo.
Has conseguido que me
quiera, aunque sea un poco;
y que recuerde lo que
es el amor propio.
Y que sin el amor
propio no existe el amor al otro.
Y yo te quiero.
De otra forma no
podría hacerlo
y, sin embargo, has
conseguido que no pueda evitarlo.
Me quiero por
ti,
desde que tú.
Porque creí;
porque te creí cuando
me dijiste
que yo era lo mejor
que te había pasado.
Me quiero porque
tú,
porque me equivoqué
pensando que tú no me harías nada malo.
Me quiero aunque tú,
aunque me equivoqué
pensando que tú no eras como el resto.
Y por eso estaba
dispuesta a querernos.
Pero me equivoqué.
Y ahora que sé que no
me quieres
y que nunca me has querido,
sólo puedo reclamarte
el haberme mentido.
Pero no lo voy a
hacer.
Porque a diferencia de
ti,
yo no mentía cuando te
decía
que me sentía dentro
de un sueño
cuando estaba contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario