lunes, 31 de octubre de 2016

Ahora yo soy esta.

Yo ya no soy esa.

Así empieza mi carta de presentación.

Yo ya no soy así.

Ya no me tengo asco y rencor a partes iguales,
ya no me parto en trozos de cristal sumiso y despreciable
y ya no me aparto de mi misma esperando a que me apalee alguien.

Yo ya no soy esa.

Ya no empiezo las historias deseando que fallezcan
y he dejado de creer que lo único que me merezco es que no me vean.

Ya no me deseo muerta 
y ahí radica la diferencia.

Yo ya no quiero eso.

Ya no quiero no quererme como si fuese el camino correcto,
ya no quiero no querer como si no estuviese a la altura de hacerlo.

Yo ya no me creo eso.

Ya no me creo a quién dijo quererme y no lloró en ninguno de mis entierros;
ya no me creo a esa yo que ya no soy y que deseaba que no saliese del cementerio.

Yo ya no acepto eso.

Ya no acepto su nuevo concepto de amor como sinónimo de desprecio.

Porque amar es aceptarte y aceptar a la otra parte;
y aceptarse y despreciarse no bailarán juntas en ninguna frase.

Somos una panda de ignorantes.

Ah no, 
yo ya no.

Yo ya no soy esa.

Ahora yo soy esta
y estás a tiempo de conocerla.


No hay comentarios:

Publicar un comentario