jueves, 7 de mayo de 2015

Más vale tarde que adulta.

De mayor quiero aprender a ser pequeña; 
aún me queda mucho por crecer.

De pequeña soñaba con hacerme mayor;
ahora aspiro a algo mejor.

A volver a bailar sobre los charcos, 
a comer de nuevo con las manos
y a destrozarme todos los leotardos.

A llorar de sueño, a reír de miedo
y a gemir sin medir el nivel de decibelios. 

Que asquerosa manía tenéis los adultos de hacerlo todo en silencio.
(como si no se chivase a gritos vuestro arrepentimiento)

No os dais cuenta de que arrepentirse es de personas que llegaron a tiempo 
y no cogieron el tren correcto por miedo a no ser suficiente creyéndose más que el resto.

Que ignorantes os habéis vuelto.

A partir de ayer voy a pedir todo lo que quiero, a querer todo lo que se me antoje;
me voy a permitir que sea antojo, incluso aquello que no quiero.

De mayor te voy a pedir un deseo:
Quiero que vuelvas a ser un adolescente lleno de miedos.
Más sincero y menos cobarde; con más espinillas y menos puñales.

Quiero que me arranques las bragas en todos los soportales,
que de tanto llamarte de madrugada no me soportes, y al rato me llames diciéndome que estás bajo mi ventana; que me asome. Me gritarás que a veces no me soportas, pero que a veces también me quieres, y que no te apetece vivir sin ninguna de esas cosas.

No me llevarás flores, ni me harás promesas.
Las mentiras llegan cuando creces, pero a la inversa. 

Por eso me he vuelto a poner los zapatos de los domingos 
y he estrenado un vestido lleno de flores que deshojaré contigo.

Porque cuando no seas mayor quiero que bailemos bajo mi lluvia, que te mojes al oír mi música y que nos emborrachemos a base de los charcos hechos de lágrimas que un día decidí embotellar para beberme contigo.

No es tristeza etílica,
es la tardevenida de la vida.

La bienrecibida despedida de la culpa.
(que más vale llegar tarde que ser adulta)

Por eso quiero que te masturbes cuando no te hablo, y que sonrías imaginando que no lo hago porque yo también estoy pensando en ti mientras me estoy tocando.

Quiero ser quien entienda que disfrutas cuando me ves llorando,
porque seguramente sea de emoción, pensando en nuestro polvo de reconciliación.

Estabas más guapo cuando me llamabas puta;
cuanto tus ganas de llamarme te hacían pasarlas putas.

Pero te has hecho mayor y te has deshecho persona.

No te reflejes en mis ojos, te podrías asustar. 

Si todos te ven como yo te veo, 
espero que cierres los ojos hasta que vuelvas a encontrar la virginidad.

Que estúpido te has vuelto desde que destrozas más corazones que sujetadores. 

Estás lleno de arrugas por dentro. 
Y te prometo que en otra situación hubiese sido lija, pero ahora mamá me viste de terciopelo y me ha hecho una trenza preciosa que no tendrás valor para despeinar.

Ni tan siquiera me llenarás de barro.

No te hubiese tirado del columpio si me hubieses dado la mano.
Te hubiese comido la boca con tal de que sobrevivieses a los naufragios.

Me hubiese cruzado la cara con tal de verte al otro lado de amar y me habría importado una mierda en qué dirección fuese el viento, porque el Norte siempre sé dónde estás. 

Te prometo que, si no hubieses descrecido, lo hubiese hecho,
pero me niego a gastar mi próxima reencarnación intentando revivir a un muerto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario