viernes, 15 de agosto de 2014

Sentencia de divorcio.

Me estoy divorciando oficialmente de mi tristeza. 

La patria potestad de mi corazón es mía,
y no lo siento cuando te digo
que no tendrás derecho a un régimen de visitas.

A un periódico vis a vis 
en el que lo envenenes con mentiras.

No voy a cederte la custodia compartida 
de algo que te cedí en su totalidad, 
y que tú terminaste destrozando
por no preguntarme antes 
de empezar a usarlo.

Te lo entregué envuelto en papel de regalo
con una nota que decía bien claro:
"frágil, nos rompemos con facilidad".

Pero tú no la leíste 
y hasta aquí hemos llegado.

Estamos a salvo,
pero no nos caben en el cuerpo
más heridas de guerra,
ni más daños colaterales
después del último atentado.

Atrás quedarán los golpes que me asestaste
y el camino que, a tu lado, no lleva a ninguna parte.

La espalda contra la pared,
y la espada sobre la garganta.

La pistola siempre cargada,
y tú apuntándome a la nuca,
para, en un descuido, 
dispararme a las espaldas.

Porque aunque tengas mucha, tú no sabes dar la cara,

Tu particular forma de intentar dañarme 
diciéndome que en tu corazón ya había alguien.

Cuando supe desde el primer día
que el problema no era ese,
sino que yo nunca estaría.

Y no es porque fuese yo,
es porque no aceptas inquilinos del exterior.

Allí sólo vives tú
y no dejas sitio a nadie
que no esté dispuesto 
a morir en tu interior.

Por eso mismo me voy.

Me voy de vacaciones lejos de tu presencia.
Me voy a ausentar permanentemente de tu ausencia. 

Encárgate tú de la mía.
Y no esperes que regrese a por ella.




2 comentarios:

  1. Espero que no te coja la operación salida en esas vacaciones y que lleves una buena protección solar.

    Y regresa... al menos, para los aplausos, porque el poema los merece ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas, pero muchísimas gracias. <3

      PD: No olvidemos el chaleco-antibalas, ni el spray de autodefensa.
      Por si las cosas se ponen feas.

      Eliminar